Hospital Nuestra Señora de Gracia - Zaragoza, Zaragoza

Alexandra A.

Buenas noches!!
Quiero agradecer a la Dra. BEATRIZ BENITO. El trato cercano y la atención recibida en el servicio de urgencias del Hospital Nuestra sra. De Gracia. La humanidad y cercanía con la que te atiende. Dice mucho como es como persona. Ojalá encontráramos esa atención cada vez que vamos. Ya que cuando no te encuentras bien lo que necesitas .
Al mismo tiempo aprovecho para Agradecer al Dr. Daniel Pérez Tausia. De la unidad de Conducta Alimentaria. El apoyo y el gran Hacer que tiene en la unidad. Hace unos años que estoy en sus manos. Y literalmente salvo mi vida. No puedo describir la ayuda y el desarrollo tan grande que ha echo de mi persona.

Muchísimas gracias...

Alberto P.

Ha tenido que ingresar a mi madre en dos ocasiones en pocos meses en la sección de geriatría de este hospital y la experiencia ha sido buena. Habitaciones muy amplias en comparación con otros hospitales, instalaciones en relativo buen estado lo más importante el trato del personal bastante bueno. Quizás el único "pero" estaría en los menús para los pacientes que se podrían mejorar algo.

Alb A.

Muy buena experiencia en Urgencias el 31 de octubre sobre las 22 de la noche, tuve miedo al ver las reseñas de gente que se quejaba del tiempo de espera pero sólo estuve en la sala de espera como 20 min, el personal fue amable y fui atendida por la Dra Elvira Samanes y me sentí muy cómoda con ella, gracias.

Mary C.

La atención por parte de la persona que está en mostrador para ir gestionando la recepción de gente en urgencias, es bastante borde y me habló en tono despectivo, simplemente por acercarme a preguntar cómo tenía que hacer ya que era la primera vez que acudía allí a urgencias.
Por parte de los médicos que me atendieron, ninguna queja. Muy profesionales y majos, sobre todo la médica que ya me vio y dio la medicación tras los análisis.
Aunque había gente y tuve que esperar, tan solo fue como mucho una hora y media. Nada que ver a cuando vas al Servet o Clínico.
Hospital con servicio de urgencias que recomiendo para la gente del Gancho y alrededores

Parsi

Fui de urgencia este jueves en ambulancia, a mí llegada estaban todos esperándome, me trataron mejor imposible, en menos de dos horas pasé hasta por quirófano, quiero dar las gracias porque en esos momentos tan malos que pasé, tuve un montón de manos apoyándome, desde personal de ambulancia, equipo de urgencias, personal de quirófano y personal de planta primera. GRACIAS
Al único que suspendo es al cocinero, tuvieron que ponerme dos bolsas de sangre y tres de hierro, la comida fue sopa de carne, puré de zanahoria y manzana y la cena fue sopa vegetal y sopa de fideos y yogur...
Cero proteína y todo asquerosamente malo...
5 estrellas personal sanitario
0 estrellas cocina

A. M.

Como en todos los sitios, hay gente que te trata mejor y peor. Más y menos profesionales y/o atentos. Prefiero quedarme con lo bueno, con la gente que me ha tratado bien en quirófano y con las chicas del turno de noche, que me han ofrecido cambio de habitación puesto que la compañera de habitación no me dejaba dormir. Gracias de verdad porque en momentos así lo que necesitas es comprensión y descansar.

A.E.A

PÉSIMA ATENCIÓN POR PARTE DE LA SEÑORA (POR REFERIRME A ELLA DE ALGUNA MANERA PORQUE TENGO MUCHOS OTROS ADEJTIVOS NEGATIVOS POR LOS QUE PODRÍA DIRIGIRME A ELLA SIN PUDOR NINGUNO) que está en la ventanilla para tomar tus datos antes de entrar a triaje.
1:45 de la mañana. Voy por una molestia en el oído. Una tontería pero que a mí me molestaba bastante y quería descartar posibles heridas o lo que fuera. Decido ir a esa urgencia porque en el servet me voy a pegar 4 horas muerta de asco. La sala de espera vacía me llaman para el triaje y me encuentro a 4 personas apoyadas en una mesa de risas, hablando entre ellos. Entendible! No hay trabajo, no hay nada que hacer pues perfecto. Ninguna queja. Salgo de triaje y me dicen ahora te llamarán. Pasan 40 minutos. No hay gente esperando. No hay movimiento, solo escucho risas y gente hablando. Me levanto a la ventanilla y le pregunto a la señora perdona hay mucha gente esperando ? Ni me mira, estaba con el teléfono. 4 veces le he preguntado hasta que le he tocado la ventana y ya me ha mirado y de muy malas formas me ha empezado a decir que me llamarán cuando me tengan que llamar. Que están ocupados y que eso es urgencias y que así funcionan las urgencias. Todo eso ella gritándome, descontrolada. Yo flipando, en shock a lo que abro la puerta que lleva a las salas donde te miran y le digo perdona pero esto tú lo llamas que están ocupados? Adjunto foto en esta reseña para que veáis lo ocupados que estaban. Supongo que sujetar la pared es un trabajo muy duro o estar apoyadas en una mesa hablando y riendo a carcajada también. Pues la señora de la ventanilla llama a la seguridad. Vienen un señor y una señora y yo muy tranquilamente les explico la situación mientras la señora de la ventanilla seguía con sus gritos y malas formas.
Esta queja a parte de por lo lentos que han sido en atenderme sin haber gente esperando, la madrugada de un miércoles, es principalmente por la señora amargada que tienen en la ventanilla tomándole los datos a las personas antes de ser atendidas. Pido disculpas a todo ser que haya sido atendido por esa mujer. Supongo que habrá tenido un mal día, una mala noche, le falten horas de sueño o quizá no le guste su trabajo o vivir en general. Porque de verdad que estaba amargada. Trabajo cara el público y jamás hablaría ni trataría asi a nadie. Empatía y simpatía siempre ante todo.

Yaiza

Voy a romper una lanza a favor de la UTP/UTCA. Se han llevado muy mala prensa por algo que es dificilísimo: tratar trastornos de personalidad. Yo he sido paciente durante muchísimos años y ha sido lo mejor que me pudo pasar para mi padecimiento. Hoy, tras casi dos años desde mi alta, he necesitado ayuda y una de las enfermeras me ha escuchado pacientemente y me ha ofrecido soluciones. Alguien que no me conoce en absoluto.
Vamos a abrir un poco la mente y dejar que los profesionales nos ayuden, aunque nosotros nos empeñemos en lo contrario.